Publicado en la primavera de 2005 en Chillán por Ediciones Todavía, este poemario marca un punto muy alto en la poesía ñublensina. Por su creatividad, precisión, fineza, por alternar el mundo imaginario, el sensible y el cotidiano en un solo tango melancólico. La luz de la infancia alumbrando los rostros, las habitaciones, la sombra movediza de los árboles. La humanidad que se desprende de cada verso u oración. El agradecimiento a los que acompañaron, a los que lucharon, a los que cayeron.

Es un libro de una increíble belleza literaria que parece escrito desde el corazón para hacer resplandecer la memoria de Ñuble.

Harold Durán es un destacado poeta chillanejo que reside desde 1984 en Suecia.

Quienes deseen leer este libro pueden solicitarlo en las principales bibliotecas públicas de la región.