Antología poética de San Fabián
Varios autores
Un exhaustivo recorrido por la historia poética de la comuna de San Fabián realizó el Centro Social y Cultural San Fabián. Valioso trabajo que fue publicado en formato de libro en abril de 2018 y que se encuentra disponible en la Biblioteca Pública de la comuna.
Con portada y contraportada mostrando la exuberante belleza de nuestros paisajes, y prólogo escrito por el poeta, cronista y ex alcalde de San Fabián, Iván Contreras González, se da inicio a la antología con un poema anónimo fechado en 1928, de tan vivaz sensualidad que bien denota la dicha de retozar en un lugar que embriaga los sentidos y el espíritu.
Su verso final dice lo siguiente:
“De aquellas horas de amor ardientes,
ya nada existe ¡suerte fatal!
Yo, vago errante; tú ya no alientas…
Y están sin hojas y amarillentas
Todas las ramas del naranjal.”
A continuación se sucede una recopilación de delicados poemas de artistas sanfabianinos que han plasmado en versos su arrobo, su gozo, su tristeza, su añoranza, su soledad y también su esperanza de vivir en esta tierra fronteriza. Se sucede el murmullo del río Ñuble, el puelche que tuerce los álamos, los aperos de los jinetes, los caballos sudados, los objetos que adornan la nostalgia infantil, el orgullo de perpetuar la esforzada sangre de padres y ancestros, las benditas manos de las madres acariciando las mejillas de todos sus descendientes.
Algunos de los poetas antologados son: Luz Montecinos de Gacitúa, Cristina Urrutia Sepúlveda, Doris Duffau Urrutia, Rodrigo Rodríguez S.M., Raquel Alarcón Solar, Alberto Umaña Lezana, Jorge Montesinos Figueroa, Sandra Ramírez Sandoval, Iván Contreras González, José Leiva Leiva, Fabián Navarrete Ramírez, Leonor Belmar Sanhueza, Moisés Maraboli González y Enrique Olivares Landaeta.
El lenguaje es el instrumento, el jardín inacabable desde donde se extrae la materia prima para exaltar el territorio.
Poesía cotidiana, sensorial, que no compite, que no pretende, que solo suma letras de un sentir inevitable, tan honesta, simple y rotunda, que no cabe compararla ni analizarla, solo admirarla, porque es algo tan puro que germinó y maduró en esta tierra, tal como el lleuque o la avellana.
En el poema titulado Identidad, la poeta Sandra Ramírez Sandoval, expresa:
“Soy la flor azul que crece en los campos
silvestre y firme, sencilla y valiente.
Soy la lluvia, el rayo de sol, el viento.
Soy el temblor que sacude la tierra,
el amanecer que llena de esperanza,
la noche que ofrece descanso,
el verde que cubre mi campo.”
Este bello libro se suma al patrimonio escrito de la región de Ñuble. Versos que permanecerán para las actuales y futuras generaciones, versos que simbolizan el éxtasis permanente de vivir en la cordillera, y que a la vez son memoria colectiva de un pueblo, sello indeleble de sus días, estaciones y décadas.