Se trata del primer poemario del abogado y poeta chillanejo Gustavo Arias Contreras. Fue publicado en 1999 a través de Ediciones del Tríptico, Santiago de Chile.

Tres ejes representados por el cuerpo, el tiempo y la muerte son los catalizadores de una especie de aullido poético donde sobresale la niñez, la juventud, el sexo y los amigos representando luces de vitalidad, el mejor trino del pájaro más emplumado. Y por otro lado su contraparte embriagado ante la noche larga, la destemplanza, el arrebato, la nostalgia, la pérdida, y el tiempo acechando como una muerte bergmaniana que va carcomiendo los cimientos de lo que nunca alcanzó siquiera a construirse.

Leemos un fragmento de su poema Termitas de silencio le han quitado el alma a mis juguetes: 

Una luna falsa, de muecas y sonrisas falsas / recorre los ojos de la oscuridad y se esconde / bajo los miedos de mi niñez y mis juguetes / están rotos junto a esa misma luna.

Vidrios rotos es una obra adscrita a la mejor tradición poética de la región de Ñuble.

Puede solicitarse en las bibliotecas públicas de cada comuna.